Del 22 de abril al 10 de mayo podremos apiñarnos en largas colas para entrar, pasear por un laberinto de pabellones, pedir permiso infinitas veces y sentir que las novedades editoriales se nos vienen encima con los mismos precios que en las librerías. Dar vueltas y quizás, descubrir alguna joya escondida.
Por todo eso y más, casi no voy a la feria. A no ser que tenga ganas de pasear o encuentre alguna charla que me interese.
¿Qué te pasa a vos?, participá de la encuesta:
Compartí el artículo
3 comentarios:
A mí me pasa lo mismo; no me siento cómodo en la Feria del Libro, como tampoco puedo disfrutar de un festival de música que reúna a muchas bandas. Prefiero dejarme seducir por las librerías los domingos, quizá un sábado a la noche. En fin, no creo que en esta ocasión vaya. Tal vez acompañe a mi novia, así sí.
Te mando un abrazo, emi.
Diego S.
Emi......hace años me gustaba, y era real que los valores de los libros no eran los m ismos, valía la pena.Era una panzada.Un placer. Era la concentración, para todo el año. Y sobre todo para los lectores sin tiempo.
Hace mas de 6 años que no voy....chocarme con la gente...y mismos valores, no!!!!
Es relativo. Hoy casi no hay diferencia entre la feria y una buena librería (que está todo el año abierta).
Antes, la feria se utilizaba para sacar libros nuevos (y no estaban en otros lados) y ediciones difíciles de encontrar, te ibas con 150, 200 pesos y te comprabas todo (y había descuento por estar en la feria!!!).
Hoy, aparte de lo que cuestan los libros, en la feria encontrás exactamente lo que ves en una librería todos los días... y encima te cobran entrada! Aparte sé de una cadena conocida, que hoy están haciendo una promo en sus locales de calle, para competir con la feria... así te conviene comprar afuera.
Publicar un comentario